¿Sesiones lentas o rápidas de ejercicio?
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Hacer ejercicio no solo se trata de mantener el cuerpo activo a través de movimientos, también importa y mucho el cómo, sobre todo si consideramos que existen diversas técnicas y recomendaciones que se pueden emplear al momento de realizar alguna actividad física.
La velocidad en la que se desarrolla un ejercicio, es uno de estos factores que podría determinar si se trabaja de manera adecuada, por ejemplo, algunos prefieren realizar repeticiones lentas para levantar pesas, mientras que otros optan por realizar rutinas a mayor velocidad, pero entonces, ¿cuál de las dos opciones es mejor?
Sesiones lentas
Ejercitarse a un ritmo pausado y lento permite tomarte el tiempo necesario para enfocarte en tus rutinas, verificar que tus movimientos sean los correctos para el desarrollo de tus músculos. Además, puedes evitar el riesgo de sufrir una lesión, aunque no es algo que está garantizado, sobre todo si no realizas los procesos de manera correcta.
Una desventaja de hacer ejercicio de manera lenta tiene que ver con el cansancio o fatiga muscular, ya que puede mermar la energía del organismo, por lo mismo, para algunas personas resulta ser monótono y desmotivador ejercitarse de manera lenta.
A veces, uno también se siente presionado por terminar sus rutinas lo más pronto posible, sobre todo si te encuentras en algún gimnasio, ya que al ser equipos compartidos, existe esa necesidad de terminar cuanto antes para que alguien más pueda ocupar lo que tú estás utilizando.
Sin embargo, se debe considerar que es importante mantener la calma y entrenar a tu ritmo, sobre todo cuando estás convencido de que ejercitarte con sesiones lentas es la mejor opción. Los demás pueden esperar, enfócate en ti y en tu proceso.
Sesiones rápidas
Contrario a lo que se ha comentado de las sesiones lentas, realizar ejercicio con una mayor dosis de velocidad, puede convertir la actividad física más interesante y desafiante, como por ejemplo los entrenamientos HIIT, aunque también es una realidad que el riego de que existan lesiones es mayor si no se realizan con la técnica adecuada.
Un ejercicio cargado de mayor intensidad también puede aumentar la tasa metabólica y ayuda a quemar más calorías, incluso después de entrenar; sin embargo, también es un hecho que la fatiga rápida se puede hacer presente y esto puede afectar el rendimiento en actividades posteriores.
Ejercitarse de una u otra manera tiene sus pros y contras. Es probable que una rutina con movimientos lentos favorezca a personas principiantes, mientras que las rutinas rápidas podrían ir dirigidas a un sector mucho más avanzado.
Al final, ambos tipos de entrenamiento contribuyen a un mejor estado de ánimo y un estilo de vida más activo. ¡Haz ejercicio! No importa si eliges el camino lento o rápido, lo que importa es llegar a la meta y alcanzar tus objetivos.