Ejercicio de día o noche, ¿Qué team eres?

Ejercicio de día o noche, ¿Qué team eres?

   Uno de los debates que existe en el ámbito fitness tiene que ver con el horario en el cual es mejor realizar ejercicio. Por un lado, están los madrugadores que forman parte del team día y por el otro, los noctámbulos que integran el team noche.

Sin embargo, es una realidad que muchas personas se adaptan a un horario u otro determinado por sus actividades diarias, como compromisos laborales o escolares, pero si ya te surgió la duda de cuándo es más conveniente sudar la gota gorda, a continuación te compartimos algunas de las ventajas que puedes experimentar en ambos casos.

Team día ☀️

Comenzamos con los que se encargan de dar los buenos días en el gimnasio, aquellos que encuentran la inspiración con los primeros rayos de sol. De entrada, las personas que realizan sus actividades físicas por las mañanas, generalmente lo hacen en ayunas y esto se ha identificado como una ventaja. 

El cuerpo, al no recibir alimento alguno, utiliza las reservas de grasa como catalizador para comenzar a quemar calorías, un proceso mucho más efectivo que hacer ejercicio después de comer, aunque algunos madrugadores prefieren complementar su rutina con proteínas en polvo, que también son una excelente opción para aportar nutrientes al organismo.

Iniciar el día con una buena dosis de ejercicio también proporciona energía y vitalidad. Despertarás tu cuerpo y mente, además de elevar tus niveles de autoestima y función cognitiva para llegar a la oficina o salón de clases concentrado y listo para ofrecer el mejor desempeño.

La actividad física por las mañana también genera la liberación temprana de melatonina, esto provoca que el cuerpo naturalmente se encuentre más alerta durante el día y cansado de noche, por lo tanto, ir a la cama y conciliar el sueño no tendría que ser un problema. 

Team noche 🌙

Ahora pasamos con los entusiastas de la noche, aquellos que buscan refugio en el ejercicio al ocultarse el sol para olvidarse del estrés acumulado después de un largo día en la escuela o el trabajo.

Al ejercitarse se liberan endorfinas y neurotransmisores que generan relajación, esto es benéfico también para conciliar el sueño y fomentar la recuperación muscular, de hecho, el consumo de aminoácidos en sesiones nocturnas también favorece la síntesis de proteínas durante el descanso.

Por otra parte, las personas, al realizar sus actividades cotidianas a lo largo del día, provocan que la temperatura corporal alcance su punto máximo por las noches, esto facilita el rendimiento físico al encontrarse los músculos más cálidos y flexibles, por lo tanto, no te pesará del todo una buena rutina en la caminadora o bicicleta fija.

El tiempo también es un aliado cuando uno practica ejercicio de noche, ya que, al culminar tus actividades del día a día, podrás realizar sesiones con toda la calma del mundo y sin tener que mirar el reloj a cada rato, en pocas palabras, trabajarás a tu propio ritmo.

Como podrás ver, son varios los beneficios que puedes recibir al realizar ejercicio en ambos horarios. Al final no importa del bando que seas, motivarte para practicar deporte o alguna actividad física es lo más relevante. Recuerda que el único entrenamiento que lamentarás es aquel que no hiciste, ni de día ni de noche.

Por: Leo Power

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